La trayectoria seguida por Roberto Ortiz Giacomán por más de 20 años, incluye una amplia serie de trabajos de orden personal, es decir, que han sido creados a fin de comunicar y compartir con otros sus experiencias y en particular su forma de ver y entender el mundo.

 

La elección del paisaje, como género fotográfico, se debe a que en él puede conjugar varios de sus intereses y preocupaciones respecto a su oficio y filosofía de vida, tal y como serían, el respeto y admiración por la naturaleza, el conocimiento que tiene del entorno natural y de la geografía de la región, la ubicación y emplazamiento de las tomas para transformar, por ejemplo, la orografía del entorno en metáforas del mundo cuando aún era virgen, el cuidado y esmero en la impresión final de sus imágenes, y, entre otros más, por medio de qué recursos puede lograr su mejor exhibición pública.

 

Para ilustrar estos trabajos se ha incluido aquí una selección de las series Visión de las Montañas que es el punto de inflexión entre el trabajo previo y lo que ha seguido haciendo hasta el día de hoy. Esta serie sirvió, además, para definir con toda precisión el concepto de asumir el lugar de la naturaleza para, así y desde ese punto de vista, fotografiar lo que el hombre ha hecho. Le sigue, el Cañón de San Judas, uno de los tres o cuatro cauces del Río Santa Catarina que aún no han sido contenido por alguna presa, por lo que sigue, digamos, en estado virgen o sin domesticación. Figuras en el paisaje, es la serie que Ortiz dedica a demostrar lo relativo y absurdo que resulta considerarse superior, dueño y señor, de la naturaleza cuando al encontrarse en medio de ella compara sus escalas. En cambio, Personajes entrañables, nos habla de la íntima relación que se puede establecer con la naturaleza; personajes entrañables son aquellos cactos, biznagas, árboles o matos que encontramos invariablemente en el mismo sitio y que pareciera nos dan la bienvenida siempre sin pedir nada a cambio. Finalmente, la serie más reciente, Atlas de nubes, aún se encuentra en formación; los ejemplos que contiene dejan ver, por una parte, el interés que tiene Ortiz Giacomán por estos fenómenos naturales, y por otra, su incansable búsqueda de formas estrictamente fotográficas.